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MENOPAUSIA Y SUEÑO: ULTIMAS NOVEDADES

Dr. Eduard Estivill. Especialista Europeo en Medicina del Sueño. Director de la Clínica del Sueño Estivill y de la Fundación Estivill-Sueño.

El mal dormir es uno de los primeros síntomas que afectan a la mujer antes y durante la Menopausia. Es bien conocido que los cambios hormonales producidos durante este periodo de la vida, modifican sueño. Aparecen dificultades para conciliar el sueño, despertares nocturnos y mala sensación de descanso. Esto se traduce en cansancio diurno, irritabilidad, mal humor y ocasionalmente somnolencia.

Recientemente y gracias a los estudios de Cronobiología, conocemos un poco mas la naturaleza de esta alteración del sueño. La Cronobiología es la especialidad que estudia nuestros ritmos biológicos, situaciones que se producen rítmicamente durante nuestra vida. El dormir y estar despierto es un ritmo circadiano. Circadiano significa que se repite cada 24 horas. Pero también existen ritmos circadianos en nuestra temperatura corporal (la temperatura corporal sube durante la noche y desciende durante el día) y en la secreción de algunas hormonas como por ejemplo la Melatonina y el Cortisol. La Melatonina sube por la noche y baja durante el día. Lo contrario sucede con el cortisol.

El control de estas situaciones rítmicas se produce porque nuestro cerebro tiene un grupo de células, que es nuestro reloj biológico. El es el responsable de hacernos dormir correctamente de noche y estar despiertos de día. Pero este reloj necesita ayuda de otros ritmos que se producen en nuestro cuerpo, concretamente el de la temperatura y el de la Melatonina.

Para que nuestro cerebro pueda dormir correctamente necesita que la cantidad de Melatonina sea alta en nuestra sangre y nuestra temperatura corporal suba medio grado. Esto se produce alrededor de las 23h. Lo contrario sucede para poder despertarse, es decir la Melatonina debe dejar de producirse y la temperatura corporal debe bajar. Por esto, el periodo ideal de sueño es entre las 11-12 de la noche y las 7- 8 de la mañana.

Los estudios recientes sobre el ritmo de temperatura en las embarazadas muestran alteraciones, es decir no mantienen estable el ritmo (baja temperatura durante el día y alta temperatura durante la noche). Es como si el cerebro hubiera perdido la capacidad para controlar este ritmo. Así observamos que de forma anárquica e imprevisible, se producen aumentos de temperatura durante el día y durante la noche. Esto provoca el síntoma conocido popularmente como “sofocaciones”. Las mujeres relatan perfectamente esta situación, ya que sienten aumentos bruscos de la temperatura corporal con sudoraciones, sin ninguna causa externa que los justifique.

Estas variaciones en el ritmo biológico de la Temperatura podrían explicar las alteraciones del sueño descritas. Para mejorar esta situación se están empleando tratamientos a base de Melatonina, que están dando resultados esperanzadores.