Alteración del ritmo sueño-vigilia (jetlag)
Patología del sueño en adultos
Definición
El ciclo diario de vigilia-sueño permite organizar nuestra conducta en el tiempo y sincronizar internamente la regulación de muchos procesos biológicos como pueden ser el ritmo de la temperatura corporal, el ritmo del Cortisol, el ritmo de la excreción de la hormona de crecimiento, etc.
El oscilador endógeno que se considera que mayor implicación tiene en la regulación de los ritmos de sueño-vigilia es el núcleo supraquiasmático del hipotálamo.
Hay una relación estrecha entre el correcto funcionamiento del sistema circadiano y el estado de salud de los individuos. Alteraciones de las estructuras del sistema circadiano comportan alteraciones en la manifestación de los ritmos. También se pueden presentar alteraciones por pérdida de la capacidad de sincronización del sistema, por ejemplo en personas ciegas que no pueden sincronizar a 24 horas. Paralelamente, alteraciones externas de los ritmos pueden producir trastornos en los individuos, como en el caso del Jet-Lag o cambios de turnos de trabajo.
Existen diversas patologías relacionadas con la alteración del ritmo circadiano, entre ellas destacan:
Síndrome de fase avanzada del sueño
Se caracteriza por un desplazamiento hacia adelante del ciclo sueño-vigilia, con una tendencia a dormir y despertar temprano. Los pacientes suelen sentir somnolencia en las primeras horas de la tarde y dificultades para mantenerse despiertos en la noche.
Síndrome de fase retrasada del sueño
Se caracteriza por un desplazamiento hacia atrás del ciclo sueño-vigilia, con una tendencia a dormir y despertar tarde. Los pacientes suelen tener dificultades para levantarse temprano por la mañana y para conciliar el sueño por la noche.
Trastorno del sueño por trabajo por turnos
Entre el 60%-70% de los trabajadores a turnos se quejan de problemas de sueño. Los trabajadores de noche duermen de 5 a 7 horas menos por semana, reduciendo la fase 2 y REM. Presentan un estado crónico de privación de sueño, por la gran influencia del sistema circadiano en el sueño, afectando al estado de ánimo y rendimiento de los trabajadores.
Existe otra característica asociada a este trastorno consistente en la reducción sustancial de la alerta durante su vigilia. Esto incorpora consecuencias fundamentalmente respecto a su seguridad en el trabajo así como en el ámbito personal de relación con el entorno familiar.
Jet lag
Se produce cuando se viaja a través de distintas zonas horarias, lo que puede provocar una desincronización temporal entre el ritmo circadiano interno y el entorno. Esto puede provocar somnolencia diurna, dificultades para conciliar el sueño y despertares nocturnos.
Trastornos del ritmo circadiano no específicos
Estos trastornos se caracterizan por la presencia de una alteración del ritmo circadiano que no puede ser atribuida a ninguna de las patologías anteriores. Pueden manifestarse con insomnio, somnolencia diurna, cambios de humor y alteraciones en el apetito.
Patrón irregular ciclo vigilia-sueño
Consiste en la desorganización temporal y comportamiento irregular del ciclo sueño-vigilia.
Normalmente el número de horas dormidas durante un periodo de 24 horas, suele ser el normal para la edad, (7-8 horas) pero el momento en que se inicia el sueño es totalmente anárquico. No duermen nunca en el mismo periodo de tiempo. Existe una total ausencia de patrón ultradiano o circadiano en el inicio del sueño.
La queja mas generalizada consiste en dificultad para iniciar o mantener el sueño durante el periodo nocturno y necesidad de hacer frecuentes siestas durante el día. El sueño suele aparecer en tres o cuatro bloques de 2-3 horas de duración en el periodo de 24 horas, con marcada variabilidad en el momento de dormir o despertarse, si comparamos entre distintos días.
Esta alteración es poco frecuente en pacientes sanos, pero se ob- serva muy a menudo en personas con retraso mental congénito, disfunción degenerativa cerebral, y demencias. Suele ser crónico y no se conoce un tratamiento efectivo. Los hipnóticos son de escasa utilidad.
Los tratamientos para la regulación del ritmo circadiano utilizan agentes sincronizadores como puede ser el tratamiento con Melatonina, junto con estimulación mediante luz (luminoterapia), manipulación de los horarios de sueño (cronoterapia), o actividad física. Todo ello se planifica, según el caso, para encarrilar de nuevo el ritmo circadiano.