Es muy habitual que las personas que duerman mal usen hipnóticos. Los hipnóticos son fármacos que los médicos suelen prescribir para mejorar el sueño. Las pastillas o hipnóticos en general no son buenos o malos, sino que están bien indicados o están mal indicados. Es decir, si le preguntamos a una persona si la aspirina es buena o mala, la respuesta siempre será la misma: depende de para qué la demos, si damos una aspirina porqué tenemos un pequeño dolor de cabeza puede estar bien indicada, en cambio si damos una aspirina por tener una úlcera de estómago estará mal indicada.
Por lo tanto la responsabilidad de tomar o no una medicación de forma adecuada está básicamente en el médico y sobretodo en la persona que se toma esta medicación. Es frecuente que las personas que sufren insomnio se decanten por la automedicación y esto es un grave problema, porque hay causas de mal dormir que no mejoran con fármacos, por ejemplo en el caso del insomnio primario el uso de fármacos no mejora esta situación. En este caso concreto la causa del insomnio es la forma de vivir y sobre todo lo que nos toca vivir durante el día, si no mejoramos la gestión del estrés y las preocupaciones diarias, difícilmente vamos a poder mejorar nuestro sueño. Por lo tanto los hipnóticos siempre tienen que estar prescritos por un médico y es muy importante que la causa que intentan tratar sea realmente tratable con estos medicamentos.
Se pueden consumir hipnóticos siempre que esté controlado por un médico. Hay situaciones puntuales en las que es correcto utilizar esta medicación. Por ejemplo el jet-lag. El jet-lag provocado por estos viajes transoceánicos hacen que nuestro cerebro pierda un poco el ritmo del sueño, la utilización puntual para el viaje o uno o dos días después en el lugar al que aterrizamos sería correcta siempre que esté controlado o sugerido por un médico.
Lo que sabemos es que si tomamos este tipo de fármacos para situaciones puntuales como puede ser el día antes de un examen o reunión importante, no creamos adicción, tolerancia, ni dependencia. Un fármaco de este tipo se puede tomar al menos un par de veces por semana sin que provoque ninguna alteración de adicción, tolerancia o dependencia, pero siempre, y como hemos explicado muchas veces, tiene que estar bajo el control médico, porqué sino la persona que duerme mal tendrá la tendencia de utilizarlo más veces y es entonces cuando éste fármaco puede dar lugar a una adicción, que normalmente es más de tipo psicológico que no físico, ya que las dosis utilizadas son pequeñas pero la dependencia psicológica siempre es muy grande.