Mucha gente piensa que las siestas es un invento de los latinos y de gente que le gusta trabajar poco. La verdad es que la siesta es una necesidad del cuerpo. Hoy en día hemos descubierto que en 24 horas del día el cerebro tiene dos momentos en los que necesita dormir, el primero es el que va entre las 10-11-12 de la noche y se termina alrededor de las 6-7-8 de la mañana, éste es el que denominamos periodo mayor de sueño, pero también tenemos otra pequeña necesidad de dormir que es aproximadamente unas 8 horas después de habernos levantado, esto es lo que llamamos la siesta.
Está estudiado científicamente y demostrado que la siesta tiene que ser corta para que sea reparadora, corta significa que no tiene que ser un sueño muy profundo. Recordamos cuando explicábamos los peldaños del sueño, decíamos que el primer peldaño es el sueño superficial, el sueño superficial suele durar aproximadamente entre 15 y 20 minutos, que es lo que debería durar nuestra siesta. Es importante entender que la siesta la hacemos como un complemento del sueño nocturno, no es una sustitución de lo que no hemos dormido durante la noche. De nada nos va a servir si durante la noche dormimos sólo 5 horas y después echamos una siesta de 3 horas, la verdad es que tendremos una buena tarde, pero nadie nos sacará los efectos negativos de haber dormido 5 horas solamente durante la noche de aquel día. Esto significará que la mañana de este día que hayamos dormido 5 horas estaremos más irritables, de mal humor, con pérdida de concentración, es decir con todas las consecuencias de haber dormido poco.
La siesta pues, es muy recomendable porque si la hacemos, después tenemos un mejor rendimiento, tanto físico como mental, y esto redundará en un mayor beneficio para nuestra salud. De hecho, ya hay algunas empresas que sugieren, (o tienen incluso), pequeños espacios para que sus trabajadores realicen un pequeño descanso con siesta de unos 20 minutos. Se ha demostrado que las personas que hacen este descanso, después tienen un mayor rendimiento, entre un 10 y un 12% más de productividad en caso que se trate por ejemplo de trabajadores en ruedas de formación de coches, o plantas de medicamentos etc.
En resumen, la siesta es buena, la tenemos que realizar cada día si podemos, (si no podemos no pasa nada), pero tiene que ser como complemento de las 8 horas dormidas y hay que recordar que las siestas no sustituyen el sueño no dormido durante la noche.