Sabemos que la «desconexión mental» es un paso previo para conciliar el sueño. Este servicio brinda al paciente la oportunidad de aprender distintas técnicas de relajación (relajación progresiva, respiración abdominal, visualización, etc.) para que consiga una preparación correcta para el sueño.
El control de estímulos parte de la premisa que el insomnio se trata de una respuesta condicionada desadaptativa a la repetida asociación de los estímulos ambientales del dormitorio u los rituales previos al sueño, con la imposibilidad de dormir. En estas técnicas, el principal objetivo radica en intentar volver a asociar la cama y el dormitorio con el rápido inicio del sueño, limitando las actividades incompatibles con el sueño (comer, hablar, dar vueltas,…) en la cama.