Dormir con calor es uno de los inconvenientes del verano. Con la llegada del calor a veces el sueño se hace imposible.
La subida de temperaturas en verano nos provoca más ansiedad, además de problemas de sueño. La temperatura externa que el cuerpo necesita para dormir bien es de aproximadamente 21 grados y con más calor se produce una hiperactivación del metabolismo para adaptarse y una activación cerebral que da lugar al citado incremento de los trastornos del sueño y la ansiedad.
El aumento de las temperaturas provoca en todo individuo un esfuerzo corporal para tratar de mantener la temperatura interior acorde con la exterior. Según el vicepresidente de la Asociación Española de Psiquiatría Privada (ASEPP), José Antonio López Rodríguez, esto puede tener «consecuencias cerebrales» que deriven en un aumento de la ansiedad y en problemas para conciliar el sueño. «Ambos trastornos, ansiedad y falta de sueño, se complementan y se potencian el uno al otro, dando lugar a una espiral que es necesario frenar a tiempo para evitar posibles crisis», ha asegurado.
Es importante tener en cuenta algunas de las recomendaciones que pueden evitar el insomnio durante este período de más calor. Aquí os dejamos 4 consejos básicos para poder dormir con calor. Si el problema para dormir persiste recomendamos visitar a un especialista.
Aquí las tenéis:
- Mantén la temperatura de la habitación alrededor de los 22-23 grados
- La renovación del aire es importante. Aconsejamos que el aire acondicionado esté fuera de la habitación, y recomendamos el uso del ventilador dentro de la habitación.
- Mantener la habitación en silencio, si hemos abierto las ventanas para que corra el aire es aconsejable el uso de tapones para evitar que el ruido nos despierte.
- Evitar la luz, si hemos abierto ventanas para el calor, es importante usar un antifaz para que la luz exterior no nos despierte.
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