EN CONTRA DEL CAMBIO HORARIO

 

Nos posicionamos claramente pidiendo, de una vez por todas, que los políticos tomen una decisión sobre los cambios horarios que nos someten en primavera y otoño. Suscribimos totalmente el documento de la SOCIEDAD ESPAÑOLA DE SUEÑO, sobre este tema. EL CAMBIO HORARIO ALTERA NUESTRA SALUD.

Dormir adecuadamente las horas necesarias y mantener un ritmo regular del ciclo sueño‐vigilia es uno de los pilares fundamentales de la salud.

Un sueño insuficiente, desorganizado y de mala calidad, favorece la aparición de enfermedades tan frecuentes, graves y con tan alto impacto social y económico como el cáncer, la enfermedad de Alzheimer, la hipertensión arterial, la obesidad, la diabetes, el infarto de corazón, el ictus, la depresión y la ansiedad.

El control del sueño corre a cargo de un reloj interno situado en el cerebro que depende de factores externos como la temperatura y la luz. Esta última tiene una gran importancia en la regulación del reloj interno y en la instauración de un ritmo sueño‐ vigilia ordenado y estable.

En nuestro planeta las horas de exposición a la luz solar cambian a lo largo del día y tiene gran importancia cuándo amanece y cuándo anochece. Tanto la oscuridad por la mañana como la luminosidad por la noche retrasan el reloj interno produciendo un desajuste en el mismo. Esta desincronización hace que las personas tengan tendencia a acostarse más tarde por la noche y despertarse más tarde por la mañana. Este cambio provoca que se tienda a dormir menos tiempo los días laborables y a dormir más los festivos, una situación que puede favorecer un bajo rendimiento laboral y escolar y, de forma crónica, facilitar la aparición de enfermedades asociadas a la falta y a la mala calidad del sueño.

El cambio de horario, aunque solo sea de una hora, altera el tiempo de exposición al sol durante el día y desequilibra al reloj interno, que tarda varios días en reajustarse. Cambiar la hora implica un periodo de adaptación y es por ello que se eligió hacer en la madrugada del sábado al domingo. A pesar de ello, no es infrecuente que los primeros días después del cambio de hora algunas personas refieran irritabilidad, falta de concentración, bajo rendimiento laboral e insomnio. Por ello es conveniente no hacer cambios y promover una mayor exposición a la luz natural cuando la mayoría de las personas están trabajando o aprendiendo en la escuela. Esto es lo que ocurre durante el horario de invierno (GMT+1), en contraposición a lo que sucede con el de verano (GMT+2).

Exposición lumínica en ancianos con demencia

Exposición lumínica en ancianos con demencia
Desde la Fundación Estivill Sueño iniciamos el curso con un nuevo proyecto de investigación basada en la exposición lumínica en ancianos con demencia con el objetivo de mejorar su calidad de sueño. 

En el presente proyecto promovemos el cuidado de nuestras personas mayores, quienes están sufriendo tanto en la situación actual de pandemia, por su vulnerabilidad. El confinamiento les impide salir al exterior de manera habitual, lo que reduce substancialmente su actividad, y la exposición a la luz natural. Esto desencadena una desregulación de sus biorritmos.

La luz es la señal externa mas importante que sincroniza la segregación de Melatonina, la hormona que nos avisa que es hora de dormir. Por la mañana, la exposición de luz reduce esta hormona y nuestro cuerpo se prepara para estar en alerta durante el día. La falta de regulación de la melatonina como ritmo circadiano (es decir con un ritmo repetitivo cada 24h), provoca un desorden de los horarios de sueño y su profundidad y capacidad reparadora.

En el caso de las personas mayores con demencia, tienen una arquitectura de sueño mayormente superficial, con fragmentación y dificultad de conciliación. Sus ritmos circadianos son mas débiles. Pero si añadimos unos hábitos incorrectos, agravamos todos los síntomas de este insomnio.

En este grupo de población es especialmente perjudicial una falta de descanso, un descanso que necesitan para tener un buen día, que se nota en su bienestar y en toda la sintomatología asociada a la demencia.

Es por ello que en el presente proyecto queremos aplicar la Luminoterapia, como intervención para la mejora de este sueño, un sueño que necesitan para estar mejor durante el día. Por esto:

  1. Estudiaremos su sueño mediante Actigrafía (un reloj que mide la actividad durante el día y la noche para predecir el sueño)
  2. Aplicaremos Luminoterapia 40 minutos al día durante 3 semanas, mediante un dispositivo a modo de gafas. En este caso, una aportación desinteresada de GoAYO.
  3. Mediremos los efectos terapéuticos de nuevo al cabo de 3 semanas para ver si ha habido cambios en la actividad diurna-nocturna y sintomatología derivada de las enfermedades o deterioros cognitivos. Mediremos:
  • Sueño
  • Horarios regulares de su sueño
  • Somnolencia durante el día
  • Ansiedad
  • Agitación

Con este proyecto continuamos en nuestra línea de trabajo potenciando terapias no farmacológicas que contribuyan en una mejor calidad en la vida de las personas mayores.

 

6 SEÑALES QUE INDICAN QUE TU SUEÑO NO ES REPARADOR

 

Junto a la dieta y la actividad física el sueño es uno de los tres pilares que nos garantizan un bien estar físico. Los estudios nos revelan que gran parte de la población duerme mal, pero debido al ritmo de vida que llevamos, muchas veces no somos capaces de identificar el problema y lo incorporamos en nuestra rutina como si fuera normal. No debemos permitirnos no descansar, nos jugamos mucho.

Hoy os hablaremos de 6 señales claras que nos indican que no estamos durmiendo suficiente o nuestro descanso no es reparador.

Dificultades para pensar con claridad y tomar decisiones. Cuando no se descansa lo suficiente, la concentración, la agilidad mental, la capacidad de procesar la información y la toma de decisiones se ven afectadas.

Problemas de memoria. La falta de sueño repercute directamente en la memoria. Durante la fase REM el cerebro procesa la información captada durante el día y ayuda a consolidarla y almacenarla debidamente.

Cambios de humor. Nuestra capacidad emocional depende de nuestro descanso. Si dormimos mal nuestro humor se puede ver afectado y podemos experimentar tristeza y euforia sin motivos.

Imposibilidad de manejar el estrés. El estrés es una de las causas más comunes de insomnio, y a su vez, consecuencia del mismo. No dormir las suficientes horas contribuye a aumentar los niveles de estrés y ansiedad. Nos cuesta más relajarnos, con lo que nos cuesta más dormir.

Irritabilidad y frustración. Si no dormimos bien, nuestro cerebro no está al 100%, algunas funciones cognitivas se ven afectadas y no somos capaces de resolver problemas con agilidad, lo que puede que nos afecte en forma de frustración y como consecuencia irritabilidad.

Cambios en la percepción sensorial. No descansar adecuadamente puede causar cambios en la percepción sensorial de las personas, como la reducción del campo visual o la pérdida de sensibilidad ante señales emocionales, como pueden ser las expresiones faciales de alegría o tristeza.

Si experimentas alguna de estas 6 señales es probable que tu sueño esté siendo insuficiente.

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