COSTE ECONÓMICO DEL INSOMNIO Y PRIVACIÓN DEL SUEÑO PRIMARIO

 

 

Las personas que sufren insomnio primario, al día siguiente presentan un cuadro de fatiga por la falta de sueño. El problema es que arrastran esta situación día tras día y andan cortos de sueño. Esta situación se llama privación crónica de sueño que hace referencia a dormir menos horas de las que se necesitan para garantizar un buen descanso.

En realidad la  mayoría de población en España va corto de sueño, de hecho dormimos una hora menos que el resto de los europeos, porque nos levantamos a la misma hora que ellos, 7 de la mañana más o menos, pero nos acostamos como mínimo una o dos horas más tarde que ellos. Esto hace que sea imprescindible dialogar para conseguir la conciliación de los horarios laborales y así poder aumentar nuestras horas de sueño.

Hoy en día sabemos que ir cortos de sueño provoca somnolencia diurna, hay muchos accidentes, sobretodo conduciendo, que son debidos a este estado de somnolencia que se produce cuando estamos privados de sueño. Las personas no reconocen la importancia que tiene, piensan que se puede solucionar haciendo una cabezadita cuando están somnolientos en su trabajo, no piensan que esto sea un problema real, pero esto sí que es un grave problema si están conduciendo o realizan una profesión de riesgo como podría ser el caso de un controlador aéreo, un enfermero, un piloto o un bombero cuando está trabajando, entre otros.

Dormir mal altera nuestra vida diurna, altera nuestro rendimiento en el trabajo, ya sea rendimiento intelectual, rendimiento deportivo en los deportistas, o rendimiento laboral de las personas que trabajan en una empresa.

Hoy en día sabemos que estas personas con insomnio primario, pueden causar bajas laborales por dormir mal y son personas que requieren utilizar más los servicios médicos. El hacer más bajas laborales supondrá un coste económico para la sociedad, y también son personas que al tener más consecuencias de tipo médico ya su tratamiento ya sea con o con terapias, también tienen un impacto directo en el coste sanitario.

Por eso es mucho mejor intentar prevenir estas situaciones que no tratarlas, si las prevenimos disminuiremos mucho estos gastos sanitarios que en realidad pagamos todos, por eso es importante que las personas cuando detectan que duermen mal y que empiezan a tener un mal rendimiento, sobretodo en su trabajo, consulten a especialistas y sobretodo puedan tratar su patología sin el uso de fármacos, que es otro de los grandes puntos donde incrementamos el gasto sanitario.

 

 

FATIGA CRÓNICA.

 

 

Una de las quejas que atendemos en nuestra clínica procede de aquellas personas que nos explican que tienen este Síndrome de fatiga crónica. Esta situación a la que los médicos no le daban mucha importancia, más que otra cosa por desconocimiento, se ha tornado hoy en día en algo reconocible ya que sabemos que en algunas personas es totalmente cierta y muy incapacitante. Son personas que tienen este cansancio durante el día, pero no solamente es cansancio sino también se une a alteraciones en el estado de ánimo, tienen subidas y bajadas, pequeños estados de tristeza que a veces se une con irritabilidad y mal dormir.

Desconocemos en su totalidad cuál es la causa de esta situación, pero también es verdad que sí existe este fenómeno o enfermedad y que es importante poder diagnosticarla. La dificultad que tenemos es que para diagnosticarla sólo podemos utilizar lo que llamamos la historia clínica, porque no hay ninguna prueba que nos dé luz sobre lo que sucede con estas personas con fatiga crónica. Normalmente el tratamiento sólo puede ser sintomático, contra los síntomas, por esto es tan difícil de tratar y las personas que lo padecen lo pasan tan mal, podemos ayudarles con alguna medicación de tipo antidepresivo, contra el dolor, contra el mal dormir, pero todavía estamos muy lejos de conseguir una situación ideal para todas estas personas que sufren mucho.

OTRAS TÉCNICAS PARA COMBATIR EL INSOMNIO.

 

Explicamos en un anterior blog que los hipnóticos no son siempre el tratamiento adecuado para las personas que duermen mal, solamente los debemos emplear cuando la causa que provoca el mal dormir es, por ejemplo un estrés post-traumático, un duelo familiar, una situación muy puntual. Pero hay muchas situaciones en las que necesitamos otro tipo de tratamientos, lo que llamamos tratamientos no farmacológicos. Aquí entrarían básicamente las rutinas del sueño, es decir cómo debemos organizar nuestro día para que cuando lleguemos a la noche podamos descansar correctamente y nuestro taller de reparación funcione perfectamente.

Lo primero que tenemos que entender es que tenemos que intentar levantarnos cada día a la misma hora y acostarnos cada día a la misma hora, a poder ser incluso fines de semana. Lo más importante es que en el momento de levantarnos estemos en contacto con mucha luz. La luz, sobretodo la luz solar en verano y también en invierno si podemos utilizar las lámparas que tengamos en casa, son de gran ayuda para despertarnos, es decir para mantener nuestro cerebro en estado de alerta, durante el día tendríamos también que estar en ambientes con luz, mientras que a última hora de la tarde la luz adecuada sería la luz del crepúsculo, es decir una luz cálida de color naranja. Estas son medidas higiénicas de sueño que tienen que ir acompañadas con un bloqueo total dos horas antes de acostarnos  de lo que sería la utilización de móviles y pantallas táctiles y tablets, y no por su contenido, sino por la luz que emiten estos aparatos. La luz es la que interrumpe la secreción de melatonina, y la melatonina es la hormona necesaria para poder dormir, de nada sirve tener que tomar melatonina si no seguimos estas normas adecuadas e higiénicas de sueño.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies
es_ESSpanish
en_USEnglish es_ESSpanish