CAMBIO HORARIO, RETRASAMOS EL RELOJ UNA HORA

¿Afecta el cambio horario de otoño a nuestro ritmo?

Como cada año cuando por estas fechas en las que se acerca el cambio  horario de invierno, se vuelve   a retomar el debate sobre si debería hacerse o no este ajuste de hora. Lo mismo sucede en primavera. Históricamente la justificación del cambio de hora en otoño y primavera era básicamente económico.  Se entendía que con él se producía un ahorro energético, sobre todo por mejor aprovechamiento de la luz solar. Esto en la actualidad no sucede, y esta comprobado que prácticamente no hay ningún cambio

Se suele hablar también de las consecuencias sobre la salud que tiene este “ajuste” horario. En realidad son mínimas, sobretodo en el cambio de otoño, donde se retrasan una hora los relojes. La tendencia biológica de la mayoría de las personas es a  alargar el día, ya que la frecuencia de nuestro ritmo cronobiológico de vigilia y sueño, el llamado “tau”, suele ser de un poco más de 24 horas, por lo que no suele existir demasiados problemas para alargar el día, en definitiva podemos decir que ganamos una hora, y los distintos relojes biológicos que existen en nuestro cuerpo  se adaptan sin problemas. Si añadimos además que vivimos en una sociedad privada crónicamente de sueño, con las importantes consecuencias de salud, productividad, creatividad y siniestralidad que esto supone, esta hora extra la mayoría de la población la  recibe como un regalo.  En el cambio de primavera sucede totalmente lo contrario, y los relojes se adelantan una hora, esa “hora perdida” si suele provocar pequeños desajustes de salud, sobretodo en nuestro ritmo de vigilia y sueño. Un adulto sano en unos 4 días suele estar adaptado al nuevo horario, haciendo un ajuste aproximado de 15 min al día. Las personas mayores y los niños, suelen ser los más afectados y pueden tardar algo más de tiempo que los adultos en adaptarse.

 

Resultado de imagen de imagen cambio horario otoño 2016 gratis

 

Pero resumiendo podemos decir que las consecuencias sobre la salud del cambio de hora no son excesivamente preocupantes, sobretodo porque existen otros problemas “horarios” mucho más importantes en nuestro día a día. Por ejemplo la gran mayoría de la población realiza cambios horarios mucho mayores a una hora durante los fines de semana, cambios bruscos de  la hora de acostarnos y levantarnos con importantes consecuencias para nuestra salud, causando el “jet lag de fin de semana”. Lo mismo sucede con nuestros horarios veraniegos, lo que lleva a mucha gente a dificultades para dormir cuando se reincorpora al trabajo, creyendo que su problema es de insomnio por el estrés que puede suponer reincorporarse al trabajo, sin embargo muchas veces lo que sucede es que nuestro cuerpo se ha acostumbrado a unos horarios diferentes y no es capaz de adaptarse tan rápidamente a los nuevos, es el “jet lag de verano o vacacional”.

Sin embargo el principal problema que existe en nuestro país es la falta de horas de sueño que presenta la mayoría de la población, dormimos mucho menos de lo que necesitamos, 1 hora menos de media que el resto de los europeos. Esto se debe principalmente a dos motivos,  sintetizando mucho la compleja situación. Por una parte los nefastos horarios existentes. Nuestras horas tardías de comer y  cenar, la mala organización de nuestros horarios laborales con jornadas interminables asociadas a baja productividad, la programación nocturna de la cultura y ocio, los horarios escolares y sobretodo de las actividades extraescolares, nos llevan inexorablemente a una falta de horas para  realizar todo lo que nos gustaría durante el día. Esto enlaza directamente con la segunda causa de la falta de horas de sueño de nuestra sociedad, el menosprecio. La falta de información y formación sobre la importancia del sueño, en un mundo conectado 24 horas al día, 7 días a la semana, 365 días al año, y en el que los mensajes recibidos por influyentes personajes públicos y ciertos medios de comunicación nos transmiten  que dormir es de cobardes, de débiles,  un resto de nuestro pasado cavernícola, es fácil entender que la decisión final de las personas ante la falta de tiempo sea quitárselas a una de las funciones fisiológicas más importantes de nuestro cuerpo, el sueño. Sugiero desde aquí que existen otras opciones mucho mejores, que aunque puedan parecer utópicas, cada vez toman más peso en nuestra sociedad gracias a la “Reforma Horaria” puesta en marcha hace unos años por un grupo de soñadores bien dormidos, en este sentido se avanza con paso firme  hacía una futura sociedad más eficiente , más libre y más sana. Esta Reforma Horaria entra en un año decisivo con la redacción de la ley del tiempo, y todos los apoyos posibles serán necesarios para que se pueda llevar a cabo, no dejéis de involucraros activamente si creéis que una sociedad mejor es posible.

EL SUEÑO, ESE GRAN DESCONOCIDO, PERO CADA VEZ MENOS

Los especialistas en Medicina del Sueño tenemos una gran suerte. Trabajamos en una Especialidad joven, lo que implica mucho desconocimiento, pero a la vez, apasionantes avances. No hace más de 80 años que se empezaron a estudiar los primeros trastornos del sueño. Hasta entonces, solo las ideas empíricas de Freud nos hablaban sobre el tema. El aporte de los investigadores básicos, fundamentalmente neurólogos, neurofisiólogos y psiquiatras abrieron la puerta al conocimiento de ese fenómeno misterioso que es el dormir. Posteriormente se unieron los descubrimientos de neumólogos, otorrinos, pediatras, psicólogos, biólogos, farmacólogos, endocrinos, maxilofaciales y un largo etcétera de profesionales. Todos ellos contribuyen a los avances sobre lo que sucede mientras dormimos y sus alteraciones.

Por fortuna, el mundo globalizado nos brinda a los científicos el conocimiento inmediato de cualquier avance o descubrimiento. Por esto, en España, existen hoy en día excelentes Unidades de Sueño, capacitadas para resolver cualquier situación patológica relacionada con el dormir.

Entre los avances más relevantes destacan, por su gran trascendencia social, el conocimiento de cómo duermen los niños desde el nacimiento y como poder solucionar sus problemas con el sueño. El 30% de niños sanos, entre 6 meses y 5 años presentan dificultades con su sueño. Es el llamado Insomnio Infantil por Hábitos Incorrectos. Les cuesta empezar a dormir y se despiertan muchas veces durante la noche. Esta situación desesperante, que afecta en primer lugar a los niños y después a los padres, tiene una repercusión muy importante. En los niños, puede llegar a producir trastornos en el crecimiento y dificultar la consecución de un nivel intelectual adecuado, además de la irritabilidad, falta de concentración, menor rendimiento escolar y trastornos de conducta que observamos en todos los niños que duermen mal. Los padres viven mal esta situación, con sentimiento de culpabilidad y desesperación.

Fue a mitad de la década de los 80 cuando Richard Ferber, el primer pediatra americano dedicado exclusivamente al estudio del sueño de los niños, presento los primeros tratamientos no farmacológicos, para solucionar dicha situación. Posteriormente, gracias a los estudios de neurobiólogos y psicólogos, se brindaron a la población métodos científicos para solucionar esta problemática. Actualmente, estos métodos de enseñar a dormir a los niños, son aceptados científicamente por la Sociedad Americana de Pediatría, La Academia de Sueño Americana, La Sociedad Española de Pediatría, La Sociedad Española del Sueño y en general por la inmensa mayoría de pediatras, psicologos y profesionales dedicados a los niños. Nosotros hemos resumido y explicado en forma fácil estos conocimientos científicos, plasmándolos en nuestro libro Duérmete Niño, que ahora denominamos, después de su actualización, Método Estivill Guía Rápida. Los padres han acogido con agradecimiento estos consejos. Prueba de ellos son los mas de tres millones de libros vendidos y las 20 traducciones a distintos idiomas.

Otro de los avances importantes fue la profundización en el conocimiento de una problemática muy común como es el Ronquido y las Apneas, o paros respiratorios. No hace tantos años que se pensaba que el roncar era sinónimo de dormir bien. Actualmente sabemos que cuanto más se ronca peor se descansa y que el ronquido puede ser un primer síntoma de paros respiratorios o apneas, que pueden llevar a la muerte a las personas que las padecen.

Por suerte, cada vez más, la población es consciente que si alguien ronca, hace apneas mientras duerme, y se duerme durante el día, puede tener un grave trastorno del sueño, conocido como Síndrome de Apnea del Sueño. Esta patología es muy común, afectando a niños, adolescentes, hombres y mujeres. Pero todavía muchas personas que la sufren no son conscientes de su trascendencia. La presencia de apneas durante el sueño implica mal descanso, pero sobretodo falta de oxigeno, que puede afectar directamente a nuestro corazón.

Por suerte, el diagnostico de esta situación es fácil. En la mayoría de ciudades españolas, existen centros sanitarios públicos y privados que tratan eficazmente esta situación. También los médicos de cabecera, conocedores de la importancia de esta patología, ayudan a diagnosticar gran cantidad de casos y sobretodo impartir medidas de educación sanitaria para prevenir la aparición de esta patología. La obesidad es la causa de la mayoría de los ronquidos y apneas. Controlar esta plaga que afecta ya a un 30% de nuestra población ayudara a  muchas personas.

También han aparecido grandes avances en el diagnostico y tratamiento del Insomnio. El dormir mal es un síntoma y como tal, siempre hay una causa que lo produce. Hoy en día conocemos más de 40 causas que provocan insomnio. Sabemos que las personas que se duermen rápido pero se despiertan después de 3-4 horas y no pueden dormir mas, probablemente tengan un inicio de depresión. En cambio los que les cuesta iniciar el sueño, la causa será un estado ansioso diurno que impida desconectar su mente y entrar en un sueño reparador.

Es muy importante el que toda persona que tiene insomnio piense siempre en encontrar la causa que lo produce. El médico le ayudara con la historia médica adecuada y con los estudios de su sueño, denominados Polisomnografías. Estos estudios de sueño nos proporcionan información sobre las distintas fases del sueño, superficial, profundo y Rem, y sobre los fenómenos patológicos que pueden ocurrir mientras dormimos, como apneas, mioclonus (sacudidas de las piernas) o microdespertares.

Una causa muy frecuente de dificultad para iniciar el sueño, sobre el 10% de la población la sufren, es el Síndrome de Piernas Inquietas. Los pacientes refieren una sensación de inquietud en las piernas que les obliga a moverlas. Esta incapacidad para mantenerse quietos imposibilita el inicio del sueño. Afortunadamente, en los últimos años se han conseguido medicamentos específicos para controlar dicha situación, que ya recetan la mayoría de médicos de cabecera.

Mas lentamente se avanza en otras patologías. Es el caso de la Narcolepsia. La presentan una cada diez mil personas, pero es altamente preocupante para los pacientes que la sufren. Consiste en la presencia de sueño excesivo durante el día, a pesar de haber dormido bien la noche anterior. El sueño durante el día aparece bruscamente y si la persona no puede realizar una pequeña siesta de unos diez minutos, la situación es causa de mucho malestar. Los avances en esta patología se han realizado básicamente en el área bioquímica. Estamos cerca de encontrar los mecanismos genéticos de producción, estudiando las Orexinas, sustancias cerebrales relacionadas con la aparición de esta somnolencia diurna. Pero desgraciadamente no tenemos todavía un tratamiento que pueda curar la enfermedad. Se ha avanzado en el tratamiento sintomático, con fármacos estimulantes que ayudan a mejorar la somnolencia, pero no en un tratamiento causal.

Pero cuanto más avanzamos en el conocimiento, mas nos damos cuento de lo mucho que nos queda por investigar.

Temas tan interesantes como los trastornos de sueño de las personas que trabajan a correturnos –por cada 15 años de trabajo nocturno, tienen 5 años menos de esperanza de vida- o el tratamiento del Jet-lag –que afecta a todos los que realizan viajes transoceánicos- son todavía un reto para nuestra comunidad científica dedicada al sueño. Afortunadamente en este campo es básica la aportación de los Cronobiologos, especialistas en el estudio de los ritmos biológicos humanos, que nos muestran cosas tan fundamentales como la importancia de la luz sobre nuestro organismo. La ausencia de luz es la responsable de la aparición en nuestro cerebro de una sustancia vital en nuestra vida. Es la Melatonina, una molécula antioxidante que modula el que durmamos bien de noche y que estemos despiertos de día. En un futuro no muy lejano, la utilización correcta de esta sustancia puede mejorar muchos de los trastornos del sueño que hoy no tienen solución.

Pero nos queda mucho. Estudiar los trastornos del sueño específicos de la mujer es un reto. ¿Por qué duermen distinto durante el embarazo? ¿Por qué les cuesta mas conciliar el sueño o se despiertan mas veces, antes del ciclo menstrual?, ¿Qué sucede con el sueño durante la Menopausia? Son preguntas que todavía no podemos responder, aunque estamos cerca.

Para todos los apasionados científicos dedicados a esta disciplina, sigue siendo un sueño el poder ayudar a las múltiples personas que sufren de mal dormir. Un sueño que poco a poco hacemos realidad, dedicándole todos nuestros esfuerzos.

El sueño sigue siendo Ese Desconocido, pero para suerte de todos, cada vez menos.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies
es_ESSpanish
en_USEnglish es_ESSpanish